martes, mayo 30, 2006

"QUERIMOS UNA EDUCACIÓN MÁS MEJOR"

Mientras estuvimos en campaña parlamentaria y presidencial fueron varios los candidatos (partiendo por la candidata principal) que hicieron verdaderos enjuagues bucales con la expresión “política ciudadana”. ¿De qué estaban hablando? De que ahora, con ellos en el poder, sería “la gente” la que se expresaría, la que alzaría sus demandas para que el gobierno las atienda.

Pues bien, ahora que los ciudadanos-estudiantes se expresan, ahora que hacen “política ciudadana”, en el gobierno no saben qué hacer. Como la cosa partió por el pase escolar y la PSU, el ministerio de Educación, acostumbrado al cateteo y a sacarse el cacho rápidamente, no los pescó ni un metro. Pero los estudiantes, despiertos y picados, no retrocedieron, sino todo lo contrario. Avanzaron más allá de lo accesorio y aprovecharon de reclamar por el fondo del asunto: que la educación que reciben es como las huifas.

De este modo, solicitan el fin (o, al menos, la reestructuración) de la Jornada Escolar Completa y de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (la famosa LOCE, por la que, aclaremos, solicitan un debate amplio desde hace bastante tiempo). “Qué van a saber estos cabros de la LOCE ni qué na”, deben ningunear a puertas cerradas en el ministerio. Sin embargo ellos, que efectivamente deben tener poca idea de reformar leyes, sí tienen una innegable legitimidad para solicitar estos cambios, por el solo hecho de entrar todas las mañanas a una sala de clases para presenciar el deplorable espectáculo de la educación en Chile.

Hoy fue su paro nacional y le llevó de todo (incluso intervención gratuita y bastante exagerada de la policía, hay que decirlo). A continuación algunas imágenes de la jornada, registradas por la cámara de Ubre.

Tranquilos estaban los estudiantes, haciendo hora para ir a reunirse con el ministro Zilic.







El futuro encerrado.








- ¿De dónde viene usted, tío? ¿De un diario? ¿Dónde va a salir esto?
- En mi sitio web.
- Ah, no po, no...





li-ce-o-dea-pli-ca-ción! (y dale, y dale, etc.)








El que no falta. ¿Y cómo es que no había nadie con cintillos que dijeran "Muera la LOCE"?











- ¿Y tú por qué andas encapuchado?
- No, es que yo no debería estar acá.
- ¿Y qué tiene que ver la capucha?
- No, es que está la tele-, responde este radical encapuchado, mientras toma en su mano una ramita y se acuerda de su madre.




A este par se le perdió el unicornio azul.











Los fans de Kudai también apoyan el paro.








¿Alguien vio mucho disturbio en las imágenes anteriores? No, porque en realidad no lo hubo. Pero Carabineros no lo entendió así y terminó abrupta y violentamente con la manifestación. Según ellos, algunos estudiantes se estaban metiendo a la Alameda. Y pongámosle que así fue. ¿Era, de todos modos, para tanto? Definitivamente no y, por lo mismo, la propia policía anunció que investigará quién dio la orden de intervenir.


jueves, mayo 25, 2006

ESTE MES EN LA PRENSA

"SANTIAGO TENDRÁ EL PEOR INVIERNO DE SU HISTORIA"
(Miércoles 19 de abril de 2006)

ABRUPTA ALZA DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS EN SANTIAGO
(Lunes 8 de mayo de 2006)

INFORME ESTIMA "INACEPTABLE" LA CALIDAD DEL AIRE DE SANTIAGO
(Miércoles 10 de mayo de 2006)

SANTIAGO ENFRENTA CUARTO DÍA CONSECUTIVO BAJO MEDIDAS ESPECIALES POR CONTAMINACIÓN
(Sábado 13 de mayo de 2006)

SANTIAGO VIVE SU PEOR CRISIS DE ESMOG EN 5 AÑOS
(Martes 23 de mayo de 2006)

domingo, mayo 14, 2006

BRONCE ALTERNATIVO

No todas las frases dignas de recordar emanan de la boca o pluma de pensadores posmodernos, de autores de literatura de autoayuda o de un pergamino en una feria artesanal. Ni siquiera de los futbolistas (que, en el terreno de las frases para el bronce, vaya que aportan). Hay algunas que pasan casi desapercibidas al escucharlas, pero que esconden algo en lo que puede valer la pena detenerse: obviedades, barsedades o simples rarezas. He rescatado algunas:

“Si bien cargar con un cuerpo sin vida representa un problema para cualquier persona…” (Carlos Pinto).
En un capítulo de Mea Culpa, Pinto redujo el hecho de cargar a un muerto a algo meramente “problemático”, casi cotidiano. De este modo, la vara para medir la sangre fría de un asesino fue que eso tan “problemático” para cualquiera, él lo hiciera sin siquiera arrugarse.

“Me dijeron que los chilenos tienen una idiosincrasia muy parecida a la nuestra, son serios y comprometidos, llegan a tiempo, y eso es muy valorado por nosotros” (Junichiro Koizumi, Primer Ministro de Japón).
Con motivo de la cumbre del Apec en Chile (2004) el gobernante japonés anduvo por estos lados. Entonces contó de este modo a un periodista por qué le parecía que Chile era un buen país con el cual hacer negocios. ¿De dónde habrá sacado semejantes referencias? Asumámoslo, los chilenos debemos tener varias cosas buenas, pero comprometidos y puntuales definitivamente no somos.

“Humberto Gordon fue citado a La Moneda. Allí recibió la orden de iniciar la operación venganza” (reportero de TVN).
La frase fue pronunciada en una nota referida a la reciente acusación que dictó el juez que investiga el crimen del periodista José Carrasco Tapia y otras dos personas, luego del atentado a Pinochet, en 1986. En ella nos contaron que el principal acusado es el infaltable Álvaro Corbalán, junto a otros tantos uniformados. Y para recordar la historia nos dijeron que el fallecido Humberto Gordon (ex director de la CNI) recibió la orden de ejecutar los crímenes desde La Moneda. Y resulta que Gordon era general del Ejército. Y que, más encima, era miembro de la Junta de Gobierno. Es decir, que sólo había una persona por sobre él en la jerarquía de poder. Y, además, resulta que la orden se la dieron en el palacio de gobierno. ¿Se le ocurre, entonces, quién pudo dar esa orden? Sí, seguramente el mismo en que está pensando, y que definitivamente no figuraba en esa lista de acusados. Pero a este reportero eso no le llamó la atención ni un poco.

“Yo le dije: tu carrera va a estar solventada en cuatro pilares, y cuando los alcancemos quiere decir que tu carrera está bien. Esos cuatro pilares son éxito, versatilidad, consolidación, y el otro no me acuerdo cuál era” (Roberto Dueñas).
Realmente brillante frase del marido y manager de Marlén Olivari. Sacando a relucir sus años de oficio, Dueñas elucubró la compleja idea de que a través del éxito y la consolidación, se puede llegar a tener una carrera profesional que esté “bien”. Claro, llegar al éxito y a la consolidación es lo realmente difícil, y que esos atributos eran el fin y no el medio, pero eso no importa tanto y la frase le debe haber sonado bonita a su clienta. En una palabra: chanta.

“Por ejemplo, a mí me gusta mucho la Coca-Cola light; entonces, un día, no tomo Coca-Cola light”. O “cuando voy en el auto en la mañana y empiezan a tocar una canción que me gusta, la cambio” (Joaquín Lavín).
Que Lavín sea del Opus Dei, supernumerario o lo que se le antoje, no es cuestionable. Al final, es asunto de cada uno. Pero no dejaron de resultar curiosas las respuestas que alguna vez entregó, luego de que un periodista le preguntara “qué sacrificios cotidianos hace como forma de llevar a la práctica sus valores”. ¿Agradecerá Dios el que, en su nombre, alguien renuncie a escuchar una canción que le gusta?

“¿Te puedo hacer una pregunta…? ¿Qué te gusta de ese hombre?” (María Eugenia Larraín).
Muchas cosas dijo ese reciente día Quenita y, al final, dan lo mismo cuáles. Lo curioso era su rol: consejera sentimental en el programa Pasiones. Quenita, la misma que por esos días contaba en Sin Prejuicios, a moco tendido y en directo para todo el país, qué opinaba en torno a los intentos de Marcelo Ríos por obtener el perdón de Giuliana Sotela, “la única mujer con la cual podría tener hijos”. La misma que el año pasado llegó en silla de ruedas al aeropuerto de Santiago, luciendo los moretones que un accidente en Costa Rica (pelea con el Chino Ríos mediante) le habría dejado, y cuyos detalles contaría luego en Rojo Vip. La misma que a principios del año anterior rompía su compromiso con Iván Zamorano a días de casarse, y que luego contaba en Vértigo que estaba saliendo adelante, y que la gran lección que había aprendido era no ventilar tanto su vida privada. Quenita, la modelo con una vida amorosa no muy modelo, intentando modelar la de las desesperadas televidentes. Así es la vida.

(¿Alguna más?)