RANKING DE VIEJOS PASCUEROS
Bien, otra Navidad se fue. Los regalos ya se abrieron y el Viejo Pascuero no vuelve (afortunadamente) hasta un año más. O sea, los viejos pascueros, el único mito que vive en el Polo Norte, pero que en diciembre se multiplica en todas las esquinas, para esquizofrenia de los niños y para la destreza explicativa de los padres. ¿Cuál de todos será el verdadero? ¿Estará el auténtico Santa Claus en algún lugar de Santiago? Revisemos.
Ahumada: en el famoso paseo peatonal este hombre pone oídos a los deseos de cuanto niño se le acerque, con elocuentes muestras de cariño y acogida. Rostro de abuelo, barba natural y adecuado vestuario. En contra: uso de silla playera y absoluta falta de atmósfera. Veredicto: Ayudante de Santa.
Apumanque: en el decano de los mols, el mismo sujeto de todos los años trata de arrancarle una foto a los papás de los niños que le cuentan sus deseos. En contra: intento de modernidad y capeo del calor encarnado en una camisa tipo mantel, poca prominencia abdominal, expresión seca y atmósfera de lucro. Veredicto: Impostor.
Plaza de Armas 1: expresión noble, evidente esfuerzo en cumplir con la misión encomendada y un muy aperrado trineo. En contra: mocasín de jubilado, calcetines con rombos a la vista y abandono temporal de deberes. Veredicto: Ayudante de Santa.
Plaza de Armas 2: adecuado vestuario, digno trineo y buen flujo de niños. En contra: cierta mezquindad de sonrisas y algo de enrojecimiento facial, que siembra las dudas en torno a si su causa es el calor u otros factores. Veredicto: No es.
Plaza de Armas 3: sufriendo dentro de un traje más grueso que el de la competencia estaba el tercer candidato de la Plaza principal, lo que no fue impedimento para expeler simpatía y espíritu navideño. En contra: cierta reminiscencia al “soldadito de plomo” en el traje, evidente peluca de Lord, zapato reina y calcetines con rombos a la vista. Veredicto: Tampoco es.
Mall del Centro: intento de incorporar cierta elegancia en el traje, complementados con una silla a lo Benedicto XVI, en medio de un verdadero carnaval navideño, con sonrientes muñecas humanas y sujetos vestidos de renos revoloteando alrededor. En contra: sonrisa difícil, demasiado sumergido en su asiento, excesiva atmósfera de lucro y cierto parecido con un conocido empresario de los medios de comunicación. Veredicto: Impostor.
Puente 1: Traje clásico, largas barba y cabellera, uso de bototos y cero entorno navideño. En contra: amague de cobrar por la foto sacada, dificultades en el habla, claros rasgos de tomatera relativamente reciente y reemplazo de los renos por una llama. Veredicto: Inclasificable.
Puente 2: como un lunar estático se mantiene este sujeto en medio de la marea humana de diciembre, esperando que algún niño con poco ojo le pida una instantánea. En contra: cara de cuarentón escondida detrás de una barba de guaipe y de lentes de abuela, y utilización de banco de lustrabotas. Veredicto: Chanta.
Ahumada: en el famoso paseo peatonal este hombre pone oídos a los deseos de cuanto niño se le acerque, con elocuentes muestras de cariño y acogida. Rostro de abuelo, barba natural y adecuado vestuario. En contra: uso de silla playera y absoluta falta de atmósfera. Veredicto: Ayudante de Santa.
Apumanque: en el decano de los mols, el mismo sujeto de todos los años trata de arrancarle una foto a los papás de los niños que le cuentan sus deseos. En contra: intento de modernidad y capeo del calor encarnado en una camisa tipo mantel, poca prominencia abdominal, expresión seca y atmósfera de lucro. Veredicto: Impostor.
Plaza de Armas 1: expresión noble, evidente esfuerzo en cumplir con la misión encomendada y un muy aperrado trineo. En contra: mocasín de jubilado, calcetines con rombos a la vista y abandono temporal de deberes. Veredicto: Ayudante de Santa.
Plaza de Armas 2: adecuado vestuario, digno trineo y buen flujo de niños. En contra: cierta mezquindad de sonrisas y algo de enrojecimiento facial, que siembra las dudas en torno a si su causa es el calor u otros factores. Veredicto: No es.
Plaza de Armas 3: sufriendo dentro de un traje más grueso que el de la competencia estaba el tercer candidato de la Plaza principal, lo que no fue impedimento para expeler simpatía y espíritu navideño. En contra: cierta reminiscencia al “soldadito de plomo” en el traje, evidente peluca de Lord, zapato reina y calcetines con rombos a la vista. Veredicto: Tampoco es.
Mall del Centro: intento de incorporar cierta elegancia en el traje, complementados con una silla a lo Benedicto XVI, en medio de un verdadero carnaval navideño, con sonrientes muñecas humanas y sujetos vestidos de renos revoloteando alrededor. En contra: sonrisa difícil, demasiado sumergido en su asiento, excesiva atmósfera de lucro y cierto parecido con un conocido empresario de los medios de comunicación. Veredicto: Impostor.
Puente 1: Traje clásico, largas barba y cabellera, uso de bototos y cero entorno navideño. En contra: amague de cobrar por la foto sacada, dificultades en el habla, claros rasgos de tomatera relativamente reciente y reemplazo de los renos por una llama. Veredicto: Inclasificable.
Puente 2: como un lunar estático se mantiene este sujeto en medio de la marea humana de diciembre, esperando que algún niño con poco ojo le pida una instantánea. En contra: cara de cuarentón escondida detrás de una barba de guaipe y de lentes de abuela, y utilización de banco de lustrabotas. Veredicto: Chanta.
1 Comments:
Se pasó este Ranking, está muy bueno...podrían hacer uno con los chantas que se hacen los ciegos, o enfermos, etc,,,jeje
Slds,
LGJ
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